Roci y Sagra

Hace dos días os hablaba de los placeres que produce la compañía de gente interesante y querida, pues ayer repetí, esta vez con el aliciente de crear parejas improvisadas que conectan perfectamente y se crea un muy buen ambiente, este fue el caso de Sagrario y Rocío, el carácter desinhibido de las dos con esa falta de pudor para decir las cosas divertidas que tanto caracteriza a ambas creó una tarde muy cachonda. Comida en Recaredo (como no, que devoción estoy pillando), paseíto por Toledo, incluida ascensión por las escaleras mecánicas-inútiles (de ahí la foto) y cafetito en el Pícaro y a lo tonto y habíamos echado la tarde y no precisamente aburridos, me encantan esas tías.

Y por tarde me voy a Lisboa a no se que del Chochi que pincha y toda la pesca, ya os lo iré contando, si no es desde allí, lo haré el martes que vuelvo.

Muchos besos a todos y pasadlo bien en el puente.