Pero no solo fue trabajo, hicieron parecer que esto era una fiesta, un no parar de reír nos hizo el trabajo mucho mas de llevadero.
Y para colmo entre la piruli y yo esta tarde hemos recogido el inmenso salón y mañana viene Jaime a rematar las señales que han quedado en las paredes por los muros y demás y a este paso va a estar todo listo para el miércoles o jueves, todo un logro.
Así somos los extravagantes, tiramos muros para que nos quede espacio para la gente durante la fiesta de fin de año que como comprenderéis tiene que ser espectacular, no lo dudéis.
Besos obreros.