Que sorpresa mas agradable he tenido hoy, a eso de las 5 de la tarde ha sonado el timbre y resulta que era el mismísimo Raúl, si si, Raulito, que ha venido desde Holanda a pasar un par de días para conocer a sus nuevas sobrinitas. Hemos pasado unas dos horas charlando y poniéndonos al día de un montón de cosas y, por lo que hemos hablado, he descubierto que su vida en Maastricht es feliz, allí ha encontrado la alegría que en Toledo había perdido, vamos, que no hecha para nada todo esto de menos y eso es genial, que a un amigo le vaya tan bien es muy bueno. Además, ahora eso de viajar es muy fácil y se que va a estar viniendo a vernos con asiduidad y también podemos ir nosotros a verle, por no decir que gracias a Internet (siempre que escribo en este blog me acuerdo de él porque se que es asiduo lector de estas paginas), e-malis, Facebook, messenger, etc… ya nadie está tan lejos, se sigue manteniendo mucho contacto, y encima está bien eso de tener amigos por ahí repartidos para ver las tendencias y diferentes estilos de vida.
Entre unos y otros me estáis haciendo pasar un mes de enero de lo mas divertido y casi sin salir de casa que es justo lo que necesito para que mi recuperación total sea pronto y pueda volver a ser el de antes.
Querido Raúl, se que vas a leer esto, así que muchas gracias por tu visita y espero volver a verte pronto, aquí allí o donde sea, mientras tanto seguimos en contacto por Internet, me alegra mucho ver que todo te va tan bien con tu trabajo, tu nueva casa y todo eso.
Besos.