Dormitando y vegetando

Pues resulta que después de pasar dos días de vértigo, primero con lo de la operación de mi tía y luego yendo y viniendo un par de veces a Madrid, para comprar las entradas que os conté ayer una yl a otra con Lol@ al fisio y ya de paso ver la casa de Stefan, la de chueca, en la que hacíamos las fiestas del orgullo, que la ha arreglado y se está quedando genial, con ese toque que tienen las casas rehabilitadas por Dani, el de Sonseca, mezclado con el arte que tiene David y que está empeñado en no mostrar al mundo, un lugar muy especial situado en pleno epicentro del barrio mas colorista de Madrid.

Todo esto se coronó con una cena en mi casa, de vuelta en Toledo con Luisa, Antonio, Diego, Rosa y Jose, en una de esas divertidas veladas que tanto me gustan en las que reina la tranquilidad y el muy buen royo, menudo arrocito nos preparó don Antonio.

Y antes de acostarme después de uno de esos días que ves a todo el mundo, porque, a todo esto, también me dio tiempo pasarme a ver a mi tía al hospital, termine hablando con mi primo Pepe, el que vive en Dallas, cerca de una hora.



Así que os podéis imaginar como he pasado hoy el día, medio dormitando o vegetando.


Besos.