Así que juntando este cúmulo de situaciones decidí que por un año vería, como el resto de los mortales, la verbena de Zocodover (horrorosa, por cierto), mancharía casas ajenas (muchas gracias a Juan por esa magnífica fiesta a la que nos invitó), e iría al Garci (del que no salí) a una hora decente, que de ahí venia todo el rollo de Bollywood. Encima hoy no tengo que limpiar nada, bueno, digo de fiesta, porque mi casa está en su tono habitual: hecha un asco, y me puedo sentar a ver los Goya tan a gustito, ¿alguien se viene conmigo a verlos? Yo apuesto por celda 211. Mañana lo comentamos, bueno eso y mil cosas mas que tengo que contaros, historias que mi pereza me impide contaros en su día y en las que se agolpan bodas, drag queens, curas y encajes de bolillo.
Ahí van unas fotos de anoche llenas de gente desconocida pero que demuestran lo bien que me lo tuve que pasar.
Besos carnavalescos.