Cuanto tiempo he, creo que nunca había transcurrido tanto sin que yo escribiera algo por aquí, pero cualquiera que sea o haya intentado ser blogero sabe lo difícil que es, en el momento en que tienes una vida un poco ajetreada, ser constante con estas cosas y eso es precisamente lo que ha sido la mía últimamente, atrás han quedado grandes historias que contar como la gran boda de mi amiga Marta, supongo que la palabra que definiría aquel evento es perfecto, tampoco os conté nada de mi ultimo viaje a Londres ni de mi tour por Florida, puede que nunca lo haga aunque del ultimo tema si que tendría para hacer como mínimo una guía de viaje.
Pero el motivo de mi vuelta es contaros algo del pedazo de concierto que vi ayer Por todos es sabido mi afición por los eventos musicales de esta envergadura y que he acudido a unos cuantos a lo largo de mi vida, pues bien, el de Mika la pasada noche en el Palacio de los Deportes de Madrid a sido sin duda uno de los que mas me ha gustado de todos a los que he ido en estos años. Me encontré con un artista de los pies a la cabeza que era capaz de llenar el espacio con su voz y su buen hacer sobre el escenario, lleno de efectos simples y casi infantiles pero en cualquier caso espectaculares. “esta noche solo voy a hablaros con mi español de niño de tres años” promesa que cumplió y que hizo aun si cabe mas intima y especial la noche ya que el publico se volcó en ayudarle en su empeño. Esta mañana todos los periódicos definían el espectáculo con una palabra: “colorido” no podían estar mas acertados, en forma de globos confeti serpentinas etc el arco iris nos invadió a todos los presentes con aquel juego de ambigüedad que tan bien se le da al libanés afincado en el Reino Unido. Fue alternando con gracia canciones tanto de su ultimo disco como del anterior, consiguiendo el éxtasis de la totalidad de la audiencia (no cabía un alfiler en el Palacio) que bailaba y botaba como si fuera la última vez durante la mayor parte de ellas.
Podéis observar que he vuelto encantado y así es, desde ahora Mika está en lo mas alto de mi olimpo particular.
A ver si escrobo pronto contándoos que tal se me da por Londres, en donde estaré este fin de semana para la inauguración de la casa de David y Stefan.
Besos Mikaistas o Mikeros