Cena de los sentidos


Ya sabéis todos que no me va para nada el rollo este de la nueva cocina, no es por nada, es porque como no tengo paladar e igual disfruto de un plato de huevos fritos como de la mas exquisita de las langostas, el caso es comer, darme ese tipo de platos es como el que lava a un guarro, que pierde jabón y tiempo.

Pero no se si empezar a cambiar de idea, resulta que últimamente me ha dado por ir mucho al Botero, uno de los restaurantes con mas encanto de Toledo en el que no paran de investigar con nuevos sabores, texturas y elaboraciones y a lo tonto Luis, el jefe de cocina, una excelente persona de la que me siento muy afortunado de haber conocido, me está enseñando a apreciar ese mundo, completamente desconocido para mi pero muy interesante.

Para colmo, el pasado viernes me invitó a la cena de los sentidos, una mezcla de música e imágenes que acompañan a los mejores platos y bebidas, toda una explosión de sensaciones muy difíciles de plasmar en un teclado como este, mejor será que os dejéis caer por el local para dejados sorprender con el buen gusto culinario de todos los que allí trabajan, porque el Botero es mucho mas que un restaurante, por ejemplo, sus gin tonics son legendarios.
Me callo ya que esto empieza a parecer un anuncio del local y lo que yo pretendía era elogiar a unos amigos.

Besos Boteristas.