Pues eso, que como ante la adversidad me crezco, he sufrido la iluminación divina y se que tengo que hacer este invierno para dar la campanada y conseguir algo original en lo que divertirme e incluso puede que hasta ganar dinero, cosa a la que, por desgracia, me tienen muy mal acostumbrado, se acabó eso de ser explotado. Tengo los medios, tengo a la gente con la que tengo que contar conforme, nos falta gestionar un mero tramite y en poco tiempo vuelvo a estar por ahí dando guerra. De momento no me apetece contar nada porque, como siempre, lo mismo hay algo que se trunca y no quiero que me pisen la idea, pero en cuanto este mas confirmado os lo cuento, puede que penséis que es una tontería, pero ya sabéis la ilusión que le pongo yo a todo, creo que nunca conseguiré aburrirme.
Por otro lado tengo los sentimientos encontrados, porque esto significa dejar atrás alguna gente con la que me apetece convivir un tiempo, planes no realizados que tendrán que quedar en la recamara, aunque, según lo estoy escribiendo me estoy dando cuenta que eso es solo un aplazamiento, que en un futuro podré hacer todo eso si los planes funcionan, y si no, incluso tendré que hacerlo antes. Siempre he dicho que escribir en este blog es el mejor ahorro de psicoanalista que tengo.
En otro orden de cosas, y para no tirar a la basura todo el trabajo tan mal remunerado realizado el año pasado, estoy preparando unos dossiers preciosos con las fiestas que realizo para moverlos y a ver que sale. Si alguien está ipnteresado porque crea que a alguien le pueden valer o por simple curiosidad, que me los pida que yo se los mando. La verdad que me están quedando muy chulos.
Y por aquí poco mas que contar, que en Londres empieza a hacer fresquete, que aquí me lo paso genial sin esos malos rollos y esos dramas que me persiguen en Toledo y que soy feliz, muy muy feliz.
Os quiero.
Besos llenos de planes.
