Nadie como Nieves y Antonio para conseguir el gran logro, reunirnos a todos, impresionante una de las noches mas divertidas de mi vida. Primero en un pequeño restaurante cerca de la plaza mayor, “la lechuga” se llamaba, donde intercalamos los riquísimos platos con canciones, palmas, vítores, risas y un sinfín de conversaciones. Mas tarde nos movimos casi los 48 que éramos al Tabata a echarnos unos bailes y mas tarde los supervivientes acabamos unos cuantos en Ohm y otros cuantos en Moroco, yo me cuento entre los últimos, junto Viktor, Dani, Menchu, su marido, Mamen, Manolo el de Ámsterdam y la piruli, grupo raro donde los haya y que sin embargo fue el mejor que se me podía haber ocurrido, allí bailoteamos las cancines de Alaska, Raphael, etc… y continuamos nuestras risas sin parar, que buena gente.
Yo como siempre en los últimos tiempos no llevaba cámara, pero se que se hicieron unas cuantas fotos, a ver si me hago con ellas, junto con las de la fiesta de fin de año para enseñároslas, por cierto, Viktor, se que leerás esto así que quiero que sepas que me encantaría que me mandaras un archivo con todas ellas.
Las impresiones que he sacado hoy de todos con los que he hablado es que estas cosas las tendríamos que repetir mas a menudo, aunque se que será muy difícil igualar una noche tan especial en la que no falto de nada ni nadie.
Besos encantados.