Y es que, por una vez al año (y con esto no quiero decir ni que lo apoye ni que yo vaya a hacerlo) perdono a los ciudadanos de la ciudad imperial que se pongan un chándal para subir al Valle a ver a la virgen y las mozas y mozos solteros toquen la campana de la ermita situada en un lugar privilegiado desde donde se divisa nuestro precioso casco histórico en su totalidad, para que nuestra señora del Valle les ayude a encontrar novio/a.
La foto que he elegido este año es de hace unos cuantos, cuando mi padre era todavía un chaval y se subía, como hemos hecho todos los toledanos en nuestra juventud, a pasar la noche y posterior día en el campo bebiendo, comiendo y lo que se terciara el día 1 de mayo con los colegas .
Besos provalleros
La Romería del Valle se celebra cada primero de mayo en Toledo.