Pieza desencajada

A veces creo que soy un pringado de los pies a la cabeza, si tuviera los cojones de callarme menos y actuar mas seguro que me iría mucho mejor en esta vida. Y muchas veces para ahogar esas ridículas penas pongo como excusa este blog, algo inexistente ya que al final, a la hora de sentarme ante el teclado, me acabo callando todas la verdades que os quiero contar, me limito a omitir todo aquello que me hubiera llevado a mi objetivo.


Pero lo que mas me sorprende de toda la historia es que lo esté escribiendo y me atreva a publicarlo.