Sigo yo con el run run que os contaba antes de ayer pero es que estuve en la farola, allí, desde una visión de adolescentes, arreglábamos el mundo a nuestra manera, teníamos conversaciones de todo tipo, muchas incluso hasta el amanecer que, a mi por lo menos, me han ayudado mucho a ser la persona que soy hoy en día.
Recuerdo con gran cariño y nostalgia aquellos veranos en la farola, que bonito fue volver a ella por una noche.
Besos desde la farola.