Vivan los armarios y los maricas que están encerrados tan a gusto allí dentro!!!!, es la única manera de que en una ciudad como Toledo te libres de los insultos, burlas y gilipolleces que se oyen por los bares y demás sitios de encuentro de los orangutanes, y siento mucho esta comparación, los pobres simios seguro que son mas civilizados que la gran masa de inútiles subnormales que invaden las bellas calles de esta cuidad tan facha y retrograda. Estaba yo hoy tan tranquilo en un barrio obrero tomando una cerveza en un bar, saltándome la dieta, lo se, así no voy a adelgazar en mi puta vida, cuando me han llegado una especie de gemidos que han resultado ser palabras saliendo de las bocas de un nutrido grupo de malolientes cenutrios, pero lo peor ha sido cuando se me ha hecho el oído y me he dado cuenta que estaban hablando de un colega, mejor dicho, ex colega, que resulta que era según sus propias palabras “marica, y con novio y todo el muy cerdo“, “que hagan esas cosas en Chueca todavía, pero aquí” ha contestado el mas tolerante, y el susodicho antes de tan desagradable (para ellos) revelación les hablaba tan normal y todo, bueno claro, “tampoco era tan amigo mío” se justificaba uno de los parroquianos.
Una vergüenza que define a la perfección una ciudad tercermundista de hace 50 años como Toledo, lo bonito es que me he tomado mi cerveza, dos, ¡olé la dieta! Y me he ido sabiendo que yo por lo menos, si no fuera tan cotilla y no me hubiera enterado de semejante conversación yo les seguiría respetando aunque se acostarán con lo que quisieran, así que, si, soy superior, y todos vosotros también, si no, no seríais mis amigos. Os quiero porque no solo respetáis, sino que pasáis de con quien se acueste cada cual, bueno, no exactamente, pero a quien no le gusta un buen cotilleo, pero eso es otra historia.
Besos reivindicativos.