Un orgullo con Kylie, un mundial ganado, medio verano muy caluroso, son algunas de las cosas que han pasado durante mi secuestro en el hospital de las tres culturas, han sido 23 días en los que me ha dado tiempo un poco a todo, descansar sobre todo. Lo que si que tengo que decir es que allí me han tenido como un rey, los voy a echar de menos.
Hoy mi Kathy Bates particular me ha dejado ir en un derroche de generosidad, por fin me ha dado mi ansiada alta, por desgracia estas primeras horas fuera de la cárcel hospitalaria han sido agotadoras y no tengo fuerzas para seguir escribiendo, me voy a acostar en mi camita en este maravilloso chalet que mi madre amenaza por vender cada vez que me quiere cabrear la muy bruja, así que me lo aprovecharé antes de que se demencie del todo y me joda la vida.
Besos agotados