La crisis es una preocupación global desde hace unos años y Eurovisión no ha escapado a ella viendo como algunos países se han retirado o han hecho amago de retirada ante la imposibilidad de encontrar financiación no para organizar el evento sino para acudir como concursantes.
La virtud presupuestaria se ha instalado en el viejo continente. Presionados por los mercados, asfixiados por el déficit, endeudados por el elevado costo de la crisis de 2007-2008 y el tributo que los Estados pagaron para salvar a los bancos de la bancarrota, varios países han estado o están al borde del precipicio: Islandia, Grecia, Portugal, Irlanda o España son algunos casos.
El FMI y el Fondo de Estabilización Europeo aportan 113 mil millones de dólares a cambio de un severo plan de economía que pasa por el control drástico del déficit a costa de los beneficios sociales. Esos recortes también han alcanzado a las financiaciones de las televisiones pertenecientes a la UER.
Ante este panorama la UER ha tenido que hilar fino para evitar que la organización y mantenimiento de Eurovisión peligren. Para ello entiendo que ha confiado en los países más solventes económicamente y que pasan por Francia, Alemania o Reino Unido. Ni se me ocurre incluir a España o Italia, a pesar de pertenecer al Big 5, por evidentes razones de peso económico en nuestro caso y de desinterés social por el festival en el segundo caso.
Dicho esto no es de extrañar que Alemania ganase el año pasado con una propuesta curiosa y apoyada desde un primer momento por los medios de comunicación. El Reino Unido este año se ha puesto las pilas y, por primera vez, ha efectuado una elección a dedo para intentar llevarse una victoria de Düsseldorf más que probable. Por si acaso, otro grande de Europa como es Francia ha apostado por la calidad para asegurar una victoria en un país solvente. Si también fallase, ahí están los anfitriones con una garantía: Lena.
Reino Unido, Francia o Alemania. De menos es quién gane pero que no salga de ese grupo porque ¿os imagináis una victoria de Irlanda, Grecia, España o Islandia con la que está cayendo? Eso supondría ir al rescate de esos países para ayudar en la financiación del evento o por primera vez en muchos años trasladar la sede del festival a un país no ganador pero solvente.
¿Se puede pensar que existe un acuerdo no escrito entre la UER y directivos de algunas televisiones europeas? o ¿Cuántos países están en condiciones de financiar un festival? Muy pocos, quizás R.U., Francia, Alemania, Suecia, Países Bajos, Noruega o Dinamarca. Pocos más se me ocurren.
¿Es casualidad que el año pasado ganara Alemania con un tema normalito y que este año lo vaya a hacer Francia o Reino Unido?, ¿Casualidad o cálculo meditado y dirigido? A mí me da que pensar. Y, ¿a vosotr@s?