Hemos amanecido después de un martes intenso y antes de contar nada de lo que propiamente ocurrió en las semifinales quería compartir con todos esas imágenes previas que tanto os gustan y que no se pueden ver por la televisión.
Decir que encuentro el ambiente alemán un tanto más frío que el noruego del año pasado y lo más complicado que hemos encontrado es la compar de billetes de transporte. Nadie, ni siquiera los voluntarios eurovisivos, es capaz de saber cómo co... se saca un billete de tres días creado especialmente para este evento. No os exagero si os digo que me costó mi hora larga el saber cómo comprar tickets de transporte.
Por otro lado, la llegada al Esprit Arena fue en tranvía y nos costó un poco encontrar la entrada correspondiente ya que los paneles informativos estaban para los que estaban en los graderíos pero nadie pensó en los que estábamos delante del escenario. Sí, nos tocó delante del escenario pero en un lateral con lo que teníamos la pantalla de led a la izquiera y a los artistas enfrente.
Así nos presentamos en la entrada. Karmelo estaba acreditado, Seben apoyando a Hungría y un servidor a Grecia como de costumbre. Apoyar a Grecia propició más de una anécdota divertida ya que los griegos me hablaban allá por donde me veían e incluso hubo una chica que me pagaba por venderle la bandera. ¡Ni hablar! ¡Grecia no está en venta!.
Ningún año faltan los atuendos curioso como el de estos jóvenes que apoyaban a Suiza y que estaban siendo entrevistados por una televisión.
Estas dos georgianas venían discutiendo - no sé el porqué - pero en cuanto les pedí para posar enseguida cambiaron la expresión por una sonrisa.
La hinchada croata era una de las más jóvenes y ruidosas y nos sacaban cantares a todos, incluido al pobre cámara al que asediaron con cámaras como si él fuese el entrevistado.
Los eslovenos estaban en su intimidad pintándose la bandera nacional en la cara cuando una cámara indiscreta sorprendió a estas simpáticas chicas.
Estos helvéticos son más veteranos que otros y ahí les tenéis, apoyando a su país como unos campeones.
Senit no estuvo sola en el Esprit Arena porque hubo unas cuantas banderas del pequeño país transalpino.
Sinceramente pienso que Malta se quedó vacía porque toda la isla estaba en Düsseldorf. ¡Madre mía! Creo que era una de las hinchadas más numerosas. Por cierto que no vimos ni un solo apoyo de Italia en Alemania, al contrario que del resto de países del Big 5.
A este amiguete chipriota ya lo tenía fichado desde Oslo. Pues me le he vuelto a encontrar de nuevo en Alemania. No era la semifinal de Chipre pero estaban los hermanos griegos.
Karmelo está delante de la pantalla de led y con las banderas de Noruega y Hungría. Este año, para evitar incidentes como el del impresentable del año pasado, han puesto guardas de seguridad rodeando el escenario.
Y ahí estoy yo, como prometí, con la bandera helena y mi camiseta a juego. Después de la semifinal, Loukas me envió un saludo personalizado al verme con la bandera griega delante del escenario.
Y cierro esta primera serie con la impresionante foto de la parte superior del satélite-escenario de Düsseldorf.
Enseguida os cuento cómo fueron las impresiones de la primera semifinal.
Decir que encuentro el ambiente alemán un tanto más frío que el noruego del año pasado y lo más complicado que hemos encontrado es la compar de billetes de transporte. Nadie, ni siquiera los voluntarios eurovisivos, es capaz de saber cómo co... se saca un billete de tres días creado especialmente para este evento. No os exagero si os digo que me costó mi hora larga el saber cómo comprar tickets de transporte.
Por otro lado, la llegada al Esprit Arena fue en tranvía y nos costó un poco encontrar la entrada correspondiente ya que los paneles informativos estaban para los que estaban en los graderíos pero nadie pensó en los que estábamos delante del escenario. Sí, nos tocó delante del escenario pero en un lateral con lo que teníamos la pantalla de led a la izquiera y a los artistas enfrente.
Así nos presentamos en la entrada. Karmelo estaba acreditado, Seben apoyando a Hungría y un servidor a Grecia como de costumbre. Apoyar a Grecia propició más de una anécdota divertida ya que los griegos me hablaban allá por donde me veían e incluso hubo una chica que me pagaba por venderle la bandera. ¡Ni hablar! ¡Grecia no está en venta!.
Ningún año faltan los atuendos curioso como el de estos jóvenes que apoyaban a Suiza y que estaban siendo entrevistados por una televisión.
Estas dos georgianas venían discutiendo - no sé el porqué - pero en cuanto les pedí para posar enseguida cambiaron la expresión por una sonrisa.
La hinchada croata era una de las más jóvenes y ruidosas y nos sacaban cantares a todos, incluido al pobre cámara al que asediaron con cámaras como si él fuese el entrevistado.
Los eslovenos estaban en su intimidad pintándose la bandera nacional en la cara cuando una cámara indiscreta sorprendió a estas simpáticas chicas.
Estos helvéticos son más veteranos que otros y ahí les tenéis, apoyando a su país como unos campeones.
Senit no estuvo sola en el Esprit Arena porque hubo unas cuantas banderas del pequeño país transalpino.
Sinceramente pienso que Malta se quedó vacía porque toda la isla estaba en Düsseldorf. ¡Madre mía! Creo que era una de las hinchadas más numerosas. Por cierto que no vimos ni un solo apoyo de Italia en Alemania, al contrario que del resto de países del Big 5.
A este amiguete chipriota ya lo tenía fichado desde Oslo. Pues me le he vuelto a encontrar de nuevo en Alemania. No era la semifinal de Chipre pero estaban los hermanos griegos.
Karmelo está delante de la pantalla de led y con las banderas de Noruega y Hungría. Este año, para evitar incidentes como el del impresentable del año pasado, han puesto guardas de seguridad rodeando el escenario.
Y ahí estoy yo, como prometí, con la bandera helena y mi camiseta a juego. Después de la semifinal, Loukas me envió un saludo personalizado al verme con la bandera griega delante del escenario.
Y cierro esta primera serie con la impresionante foto de la parte superior del satélite-escenario de Düsseldorf.
Enseguida os cuento cómo fueron las impresiones de la primera semifinal.