Tras ser todos Japoneses

Tras esa mañana en la que los toledanos nos volvimos japoneses y, como venganza a la metralla de fotos que nos hacen cada día los turistas, cogimos nuestras cámaras y nos tiramos todos a la inmortalizar nuestra ciudad blanca como pocas veces la vemos, hacía tarde de quedarse en casita viendo pelis. Con las dos que me tragué me sentí muy identificado, la primera, “Pagafantas”, merece una disertación acerca del retrato de mi vida reflejada tan fielmente, pero ahora no me apetece hacerlo ya que sería muy largo, puede que me decida en una de estas tardes tontas que no tengo nada que hacer, esas que casi nunca o nunca hay en mi vida, en un principio ociosa durante seis meses al año.

Respecto a la segunda el motivo de la similitud con mi vida era por aquello de que una de sus dos protagonistas era “bloguera” y podía entender perfectamente los nervios y la ilusión que le producen los comentarios de sus lectores, le hacen sentir que eso que escribe es seguido cada vez por mas gente y que les gusta, que su trabajo no es inútil del todo. No puedo decir lo mismo de esto que de vez en cuando os relato porque mira que me cuesta arrancaros un comentario, ya se que este blog no es tan interesante y que lo que me pasa a mi escondido con de vez en cuando algo que hace Madonna puede que resulte aburrido, pero si has llegado hasta aquí leyendo esto (y a veces dudo que nadie lo haga) es porque por lo menos te ha causado algo de curiosidad y eso merece una palmadita en la espalda de vez en cuando tipo: “me parto”, “tienes razón”, “vaya mierda escribes” o “es verdad, parecíamos todos japoneses con las cámaras”, pero coño, si sabéis de sobra que me conformo con un emoticono de esos que ponen los jóvenes tipo:”: )” ó “;P”.


En fin, que “Julie y Julia” es una película entretenida con una historia original y que merece la pena ver una de esas tardes invernales en que apetece quedarse en casita.


Besos frequetes.