Tendría que cambiar el nombre de este blog de "piruliworld" a "las aventuras de Piruli en Londres", porque cada vez que vengo para acá es cuando me da la vena literaria, también es cierto que en mi Toledo natal la vorágine garcilasiana me tiene absorbido y no tengo tiempo nunca de ponerme a escribir nada, pese a que esté viviendo una de las épocas mas ajetreadas y divertidas de mi vida ¡La de cosas que me estoy saltando y que se han quedado por contar!.
Resulta que de golpe y sin venir a cuento, la vida me ha regalado dos semanas para estar en mi adorado Londres, ademas, con una programación de lo mas interesante, mañana por la mañana me voy a ver la boda de Guillermito, como pasa la vida, parece que fue ayer cuando se casó su madre y ahí la tienes, con un volante estampado en la cabeza, una lastima, pero, como es mundialmente conocido, soy Camilista (a Camila debería dedicarle un monográfico, quizás ahora que voy a tener tiempo me arranco), pues tampoco lo veo para tanto, eso si, que tan orgullosa que estaría mañana la folklórica de alta alcurnia ahí en la boda con sus amigas al Elthon and company, en boca de todo el mundo, ¡con lo que le gustaba a ella un cotilleo sobre si misma! Bueno, que me voy, los winsor los dejo para otra entrada, la de Camila, o la crónica del enlace de mañana (si tengo tiempo y me apetece). El caso es que, como a mis amigos residentes en Londres (y a los demás también, no te creas tu que la gente que me rodea no es carnavalesca) el vuelo de una mosca les basta como motivo para montar una fiesta, pues que menos que un evento para celebrar el casamiento real, y aquí me tenéis, montado en un avión camino de tierras británicas, y es que a mi tampoco me gusta una fiesta!!!!
Y entre unas cosas y otras resulta que no vuelvo hasta dentro de dos semanas, tiempo que veo como un lienzo en blanco para desgarcilizarme un poco y pasear por la "ciudad al revés". Pero señores ladrones, les voy a dar motivo para que no se froten las manos, el primero es que con mi maravilloso sueldo no tengo pelas para comprar nada así que no hay nada interesante o de valor que robar en mi casa, lo único interesante que hay tiene que ver con el segundo motivo; segundo motivo: mi Roci sigue viviendo conmigo (y alegrando la vida de este anciano rrpp, ¡Dios mío, Roci es como Marisol!) así que la casa no está vacía. Por cierto, desde que mi Roci está por casa no tengo tiempo de aburrirme, es mas, creo que en el fondo tengo miedo de que encuentre piso porque no me quiero quedar solito otra vez.
Bueno, que esto va a aterrizar, os dejo, cuando llegue en ca mi hermana publico esto que tiene wifi y ya sabemos todos como están las tarifas por ahí por los mundos.
Besos londinenses o de bodorrio.