Y vamos a lo que estamos, después de un fin de semana de autentico infarto, porque no os creáis que a la vuelta de Galicia me quedé ahí paradito, que va, nos dio tiempo a organizar el cumpleaños de mi Siamés y tirar para Extremadura con la orquesta Karisma, no es que me haya metido a cantata, eso se lo dejo a los profesionales, en este caso la estrella era Roci con esa voz que Dios (me repito, metafóricamente hablando) le ha regalado, mi cometido era el de conductor de las artistas y grupi karismeño junto con Dani, Esther, Eli y Cesar. Renuncio a relataros porque ya os haréis una idea de las voces y brincos que dimos durante los conciertos si, si, he dicho conciertos, y dos, ademas en el mismo pueblo, que mi Roci ya es como la Kylie, que tiene que dar varios pases, y eso que el pueblo, Higuera, tenia solo 94 habitantes, pero que marchosos, porque a la hora de bailar parecían trescientos, y en la cola de la caldereta (organizada,eso si, por una empresa de catering de comidas populares, ya está todo inventado), la cola era interminable, te lo digo yo que repetí dos veces, si, soy una gorda. Respecto a las aventuras, pues como siempre, un no parar de accidentes y festejos divididos en ciclos solares, que si pozas, que si ausencias de gasolina, que si Romangordo para arriba, que si Higuera abajo, que si un pequeño MarinaDor en Jaraicejo, vamos, que ya nos movíamos por el corazón de Extremadura como cerdo entre bellotas.
Una cosa saqué en claro: que recia es la gente de esa zona en cuanto a cultura musical (y otras cuantas cosas) se refiere, que si un poquito Fito, que si alza el puño y ven, que si sus dos ojos negros se me clavaban como espadas, un espanto vamos, pero que capacidad de diversión tenemos, hija!, parecíamos del pueblo y todo, eso si, que cuando nuestra venerada Roci se nos arrancó por la Gaga y su Bad Romance, no pudimos negar muestras frecuentes visitas a Chueca.
Que bonito es salir por ahí a descubrir que no estamos solos en cuanto a rudeza se refiere, es mas, hay sitios peores.
Y ayer para rematar la falta de sueño, mi Eli celebró su cumpleaños, una tarde de lo mas surrealista de esas que no deja de entrar y salir gente de la casa de la susodicha, casa de la que creo que no os he hablado pero que me tiene loco, en pleno corazón de Toledo, es el típico pisito de bohemio. Primos allegados amigos y vecinos desfilaron entrando y saliendo de sus puertas como si de una película de cine mudo se tratara.
Y aquí estoy, se supone que vendiendo horchata, aunque como podréis adivinar, no es que me esté matando precisamente, voy a estar viniendo todos estos días al kiosco por si alguien quiere venir a tomarse algo fresquito con el Tito Piruli.
A la vez estoy preparando una de las mías para el domingo, pero eso se merece una entrada aparte que espero poder escribiros mañana.
Aquí os dejo unas fotos para ilustrar nuestras aventuras en el corazón de Extremadura.
http://www.facebook.com/media/set/?set=a.10150401111244062.442425.815424061&l=a1e595cc08&type=1
Y ya de paso os dejo las fotos del cumpleaños de Dani:
http://www.facebook.com/media/set/?set=a.10150401557369062.442573.815424061&l=c522b32dbd&type=1
Y ya que estamos, la foto que cuelgo es mía de esta tarde en la Vega haciendo unos bocadillos en la cocina para que luego no me digáis que no hago nada.
Besos veraniegos.